viernes, 20 de noviembre de 2015

¿ME ACEPTAS?

Amor a primera vista... ¿para siempre?


¿Quién no ha sentido el rubor en las mejillas cuando el chico/a que te gusta te sonríe y ese temblor en las piernas cuando se te acerca? ¿Quien no se estremeció con el primer beso de alguien que nos gusta?  El sólo pensar en esa persona nos mueve por dentro. Sin saber exactamente por qué, hay algo que nos atrapa y nos empuja hacia él/ella. La vida es linda y todo es perfecto, armónico, nada ni nadie nos puede separar. Es el amor que llega,  a partir de ese momento todo es más lindo, más fácil, casi perfecto. Todo es felicidad, hasta que llega el primer desencanto.

En ese momento pueden ocurrir dos cosas, nos decepcionamos y decidimos romper con él o ella o nuestra relación se hace más fuerte al darnos cuenta que esa persona está dispuesta a darlo todo por nosotros, asumiendo sus errores y demostrando lo mucho que le importamos con nuevos detalles.



Lo mismo sucede con las marcas. El AMOR REAL, se construye día a día, con detalles que marcan la diferencia. Las decisiones de los consumidores están directamente ligadas con sus emociones más profundas. Y la marca que conoce su audiencia, que sabe lo que quiere, lo que anhela, lo que la motiva, lo que la entusiasma; es la que logra conectar con ella.

Sin embargo, al igual que las relaciones humanas, las relaciones entre marca y audiencia  no están libres de desencantos. Claro es, que hay un límite para todo, pero una marca que sabe asumir su equivocación y responder satisfactoriamente, fortalece el vínculo con su audiencia.


¿Cómo construir relaciones duraderas?


Pues con emociones positivas  y experiencias memorables.

Y para lograrlo, algunos puntos importantes a considerar serían:
  











Entender y respetar a los consumidores como seres humanos y no como estadística, logrando desde ahí, una relación personal con ellos de ida y vuelta.


















Ofrecer productos de calidad e innovadores en diseño que sorprenda a nuestros consumidores.












Brindar un servicio superior. La relación entre consumidor y marca recién comienza a construirse seriamente cuando el cliente adquiere el producto. Por esa razón, la comunicación fluida, la buena atención al cliente y una rápida respuesta a sus inquietudes, es esencial.













Ser consecuentes con nuestra filosofía de marca y los valores que representa. Transmitirlos en todas nuestras acciones, dentro y fuera de la corporación; involucrando al personal que labora en la empresa, así como a los colaboradores que trabajan con nosotros. 



      
      






Ser sinceros y asumir nuestras equivocaciones para a partir de éstas, mejorar como marca. Los consumidores perdonan los errores mas no la indiferencia. No quieren marcas perfectas sino marcas que validen sus reclamos y necesidades.



     

     







Aportar a la mejora de vida de la sociedad y al cuidado del entorno donde operamos, debe ser una de nuestras prioridades como marca. Los consumidores valoran y admiran una marca que tenga una clara política de responsabilidad social y se preocupe por el desarrollo sostenible.




Sin duda es un largo camino lleno de idas y venidas, de momentos mágicos y quizá de algunos traspiés, pero también es un camino de aprendizaje que nos ayuda a crecer y ser mejores .

Un compromiso que asumimos como marca con el propósito de brindarle a nuestros consumidores, experiencias únicas e inolvidables, logrando así ocupar un lugar importante en su corazón y en su vida.

Un compromiso para siempre, como dicen: "hasta que la muerte nos separe."

Suerte e inspiración, ¡y hasta la próxima!

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